martes, 12 de enero de 2010

Aventuras en Mwinilunga

Tal y como empecé diciendo en la entrada anterior, llegamos al Instituto bahá'í de Nortwestern hacia las 20h, cuando el sol se había más que puesto. El área del Instituto estaba formada por el gran salón por un lado y por otro diferentes casitas que hacían de dormitorios. Se nos concedió una casa para las chicas y otra para los chicos. No había luz, y después de un día entero de viaje lo primero que queríamos hacer era ir al servicio, refrescarnos un poco, y usar el baño, así que pedimos que nos mostraran donde se encontraba el servicio. "Esa señora os guiará", nos dijeron. La seguimos, seguimos, seguimos, nos adentramos en el bosque... y se nos mostró un cuartito de dos por dos, con un agujerillo en el suelo (y a orar para que la puntería que afine). Neda y yo nos miramos... y me dijo: "tu primero, anda...". Así que a la aventura. Pedí a Neda que me arrojara algo de luz, que si no la tarea se hacía más bien imposible, y cuando lo hizo... madre, ¡cuantos bicharracoooooss!!! Arañitas, arañotas, sus casitas, moscas, etc. Me quería moriiiirr... No sé si fue del "shock" o qué, pero el bebé no salió ni queriendo, jajaj, así que me rendí y le dije a Neda que ya podía pasar. Cuando ella terminó, le dijimos al resto de las jóvenes que podían pasar y nos respondieron diciendo, "ah, no, ya fuimos entre los arbustos rapidamente", qué vergüenza!
En fin, luego cenamos shima con pescado, con las manos, como no, y empezó a llover, nos pusimos a cubierto en el salón, donde se encontraban todos cantando y bailando (UNA PASADA).
Cuando te encuentras rodeado de un grupo de gente como ése, cantando con toda su alma, con tanta naturalidad y con tanto talento, y canciones tan bellas como ésas, se te pone el pelo de gallina y así se queda. A Neda y a mí se nos saltaban las lágrimas bien a menudo cuando nos encontrábamos en ese tipo de situaciones.
Finalmente, salimos de ahí, y nos quedamos esperando a que la lluvia cesara, hasta que uno nos dijo: "Tomad este paraguas e ir a los dormitorios, que esta lluvia no cesará hasta pasadas las 4 de la madrugada!". Ni siquiera nos habló de cuándo devolverle el paraguas, ni de quién es... simplemente "Tomadlo".
Cogimos el colchón que nos tocaría compartir, y las sábanas que nos dieron, y en marcha. Al llegar, a la luz de la vela nos instalamos junto con el resto de las chicas. Con la lluvia, el suelo estaba algo mojado por las goteras, y las ventanas cerradas por si los mosquitos. En fin, otro hartón de reír con Neda, limpiándonos los pies con rollo de papel de váter que nos dieron e intentando no pisar suelo mojado al ponernos el pijama e ir a dormir.
Y por la mañana al despertarnos....

4 comentarios:

  1. gracias jigaram por compartir esas vivencias con nosotros. No sabes cómo desearía estar a vuestro lado y sentir lo que estais sintiendo. Que Dios os acompañe en cada instante de vuestras vivencias. booos

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  2. Cuantas aventuras jeje ! Gracias por trasmitir la forma de vida y de ser de esas tierras no tan lejanas.
    Saludos
    Pablo

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  3. HOLA AIDA ,ENDAVANT AMB EL TEU TREBALL ENVRES ALS ALTRES,
    UN PETÓ
    CONSOL

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  4. Cuca m'alegro molt veure totes les aventures que estas passant, amb tot els seus aprenentatges, és genial.
    Segueixo sovint el teu bloc i en cada entrada aprenc un munt.
    Moltes gràcies també per tot el que fas per mi, la teva bonica amistat durant aquests anys... uff no tinc paraules

    Un abraçada ben gran!

    Laura

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